Iglesia de San Francisco

En 1772, el Cabildo de Tucumán otorgó a los franciscanos, presentes en la provincia desde 1565, la iglesia y el convento que habían pertenecido a los jesuitas. En el solar del convento se hospedaron los general de los ejércitos de Belgrano y San Martín, y la mayoría de los congresales de 1816. Al día siguiente se declarada la Independencia, se celebró en la iglesia una Misa de Acción de Gracias, en la que pronunció un memorable sermón el Dr. Castro Barros. La iglesia original, muy deteriorada, fue reconstruida entre 1879 y 1885. Tiene tres naves y una cúpula sobre el crucero, revestida con azulejos Pas des Calais, que fue construida por Fray Luis Giorgi en 1880. En la fachada, dividida en tres niveles de diseño rítmico y armónico, los arcos de medio punto de los vanos, alternadamente abiertos y ciegos, reflejas la estructura interna de la iglesia. La nave central, de mayor altura, queda enfatizada por la composición. El interior de la iglesia, con una nave principal amplia y luminosa, está decorado con pinturas que remarcan arcadas, pilares, paños de muros y bóvedas. En un extremo del crucero está la pequeña capilla del Santísimo Sacramento, con características neoclásicas. La iglesia guarda reliquias de San Francisco Solano, y la primera bandera argentina que flameó en Tucumán. El convento, construido en 1902 sobre los cimientos del templo jesuita, se estructura en torno al patio central arbolado, bordeado de galerías.

Fuente: “Monumentos Históricos de la República Argentina” Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, Secretaría de Cultura -Presidencia de la Nación. (Año 1998)