Embajada de la República de Polonia

El gobierno polaco compró el palacio ubicado en la calle A. M. Aguado en 1957. Antes había pertenecido a la familia Lanús -que le da su tradicional nombre- y había funcionado como hotel.
La construcción se remite a principios del siglo XX siguiendo el estilo ecléctico con influencia francesa que caracterizó a tantos edificios de la época. El arquitecto fue René Sergent, quien ideó la obra desde su Francia natal y jamás visitó Buenos Aires.
El frente de tres pisos es imponente al verlo desde la calle. En lo más alto tiene una mansarda que culmina en una terraza. En 1915 fue premiada por la Municipalidad de Buenos Aires como la mejor fachada. En su interior todos los detalles son lujosos. El hall de ingreso es de mármol de Carrara blanco y en las terminaciones de las paredes predomina el color verde. La iluminación en este espacio, como en cada uno de los salones, depende de arañas que no pasan desapercibidas con sus llamativos caireles.Por la ventana se ve el jardín, uno de sus mayores atractivos. Una galería sostenida por columnas y un parque con frondosa arboleda. La Embajada tiene una sala de música. Si se lo comparara con otras residencias se podría decir que es discreta. Tiene dos puertas. Una que conecta con el hall central y la otra lleva hacia un living. Delante de la chimenea y el espejo, presiden el espacio dos banderas: una de Polonia y la otra de la Unión Europea. Los sillones y una pequeña mesa redonda en el centro también son parte de la reunión.

Fuente: https://www.infobae.com/turismo/2018/05/30/joyas-arquitectonicas-portenas-la-embajada-de-polonia-abrira-al-publico-por-unica-vez-en-el-ano/